El teatro como herramienta para construcción de memoria y protesta: Proyecto Aroma
Tras años de investigación, Teresa Díaz del Guante creó Proyecto Aroma, una trilogía teatral que habla de la desaparición forzada y las mujeres que buscan
Por Scarlett Nordahl para #HastaEncontrarles*
Fue en el 2017 cuando Silvia Teresa Díaz del Guante, dramaturga sinaloense, decidió hacer teatro de una problemática que a la fecha suma en México a 103 mil 608 personas sin localizar y que ha obligado a, principalmente, mujeres a salir a buscar con sus propias manos aquellos que no han regresado casa, a los desaparecidos.
Proyecto ‘Aroma’, drama ganador del Premio Nacional de Dramaturgia ‘Emilio Carballido’, forma parte de tres obras de teatro cuya temática gira en torno al tema de la desaparición forzada en Sinaloa y a los grupos de búsqueda, siendo estas últimas las que son puestas en un primer plano.
Díaz del Guante explicó que esta investigación deriva en tres obras de teatro, en una trilogía dramatúrgica: Sabueso, Aroma y Monstruo Bajo Tierra. Las tres forman un testimonio de la desaparición en el estado de Sinaloa, solo que cada una tiene su perspectiva.
En entrevista para Hasta Encontrarles, Díaz del Guante confesó que este tema lo veía y le causaba indignación, pues es algo que se sabe que existe, pero no se menciona de forma constante. Así fue que pidió a una amiga que la llevara hasta El Fuerte donde conoció a Mirna Medina, la líder del colectivo de Búsqueda ‘Las Rastreadoras del Fuerte’.
“Voy a la primera búsqueda en el 2017 y ahí es cuando empiezo a desarrollar el Proyecto ‘Aroma’. A partir de ahí empiezo a registrar ciertos testimonios, que me llevan a conocer a María Isabel Cruz Bernal. Con ella comienzo a hacer todo el proceso de creación, desarrolle la primera parte a partir de ello y género el proyecto y fue con ese que ingresé al programa nacional de jóvenes creadores en el 2018, eso me ayudó a poder hacer laboratorios y darle más forma a la idea”, comentó la dramaturga mazatleca.
En Sinaloa continúan sin regresar a casa 5 mil 671 personas, de las cuales el 30.7 por ciento se concentra en Culiacán; 21.84 por ciento en Mazatlán y 18.12 por ciento de casos se registraron en Ahome.
Primer acto: Sabueso
Pie de foto: ‘Sabueso’ habla de historia de Reyes Yosimar García Cruz, hijo de la líder del colectivo que inspira el nombre esta primera parte de la trilogía del proyecto ‘Aroma’ | Fotografía: Cortesía
La primera pieza de esta trilogía es ‘Sabueso’, recibió este nombre en honor a María Isabel Cruz Bernal, quien busca a su hijo Reyes Yosimar García Cruz, desaparecido el 26 de enero de 2017 en Culiacán.
Las escenas y lo que compone a esta primera parte, se logró en conjunto con la participación activa de María Isabel, fundadora de ‘Sabuesos Guerreras’, un colectivo que alberga al menos a 400 familias con personas desaparecidas.
Díaz del Guante explica que se realizó un laboratorio para poder llegar al producto final, este ejercicio consistió en escuchar el sentir y las ideas de María Isabel, improvisar con ellas, grabarse y tras analizar el material, asentarlo en un texto dramático.
“Prácticamente es toda una narración, toda la narrativa del suceso, como los golpea como familia y como es ella quien decide salir a buscar a su hijo. Esa primera pieza está dedicada y es a partir de Reyes Yosimar García Cruz”, explicó sobre la obra que ha sido presentada en ciudades como Culiacán, Hermosillo, San José del Cabo, Tijuana, entre otras ciudades ubicadas al noroeste del país.
Segundo acto: Aroma
Pie de foto: ‘Olga’ huele la tierra para haber si hay algún rastro de muerte en ella | Foto: Scarlett Nordahl
“Cómo que la tierra se enoja por tanto muerto”, dice uno de los personajes durante el desarrollo de la segunda pieza y la que nombra al proyecto: Aroma.
Silvia Teresa Díaz del Guante dijo que en esta segunda parte la historia se centra en siete mujeres en el norte de Sinaloa, específicamente en El Fuerte para mostrar la audiencia y dinámica al interior de un colectivo de búsqueda, las personalidades que se encuentran, la característica de ese olor que pudre la vegetación y que puede ser indicio de un hallazgo positivo.
Marisela Carrizales, líder del colectivo de búsqueda Por Las Voces Sin Justicia en Mazatlán, describe esas salidas a campo como pesadas, cansadas, donde se busca un aroma particular, el de la muerte.
“Es un olor a muerte, pero es diferente, muy fuerte. No huele como a un animal, te impregna la ropa. Cuando encontramos nuestro primer positivo, era muy fuerte el olor, no es agradable, es feo, pero no me gusta decirlo así, porque al final de cuentas son nuestros hijos, pero no me molesta. Con tal de encontrarlos lo aguanto”, dijo la madre de Ismael Alejandro Martínez Carrizales, quien fue desaparecido el pasado 12 de julio de 2020 en Mazatlán, Sinaloa.
Pero a ellas, a las rastreadoras no les molesta ese olor, ni que les digan que huelen a muerte, porque para ellas el aroma que expide el cuerpo humano significa haber encontrado a un tesoro, es un aroma de esperanza, que se queda tatuado, que es especial y representa la tranquilidad de una familia que ahora sabe donde va estar.
Adentra al espectador rasgos de cada uno de los casos que Díaz del Guante documentó y que muestran de alguna manera las diferentes formas de sobrellevar la búsqueda. Donde algunas se quedan tras encontrar al suyo, por empatía y agradecimiento a las demás, mientras que otras continúan en la búsqueda porque todavía no encuentran o lo que encontraron solo fueron pedazos de su tesoro, como algunas madres llaman a sus hijos desaparecidos.
Y es que eso son para ellas, un tesoro porque alguien se encargó de enterrarlo bajo tierra, porque encontrar aunque sea un pedacito significa, que ese ser querido regresará a casa, pues “el hecho de encontrarlo en una fosa, significa que encontraste lo más preciada que tienes y no me importaría si todos los días apestamos, como dice la gente, porque ese es un aroma de esperanza y significa que encontramos”, dijo Mirna Medina, líder del colectivo Rastreadoras del Fuerte, el cual ha localizado un aproximado de 248 tesoros.
Pie de foto: Algo muy necesario en toda búsqueda es el traslado, las mujeres suelen emprender horas de viaje a lugares fuera del casco de ciudad para buscar a los suyos | Foto: Scarlett Nordahl
“Procuré que estos siete personajes fueran bien definidos y que pusieran en evidencia las diferentes maneras en que se vivía la desaparición forzada. No todos los casos son iguales, entonces creo que ese es el gran peso que tiene Aroma. Muestra en sí que hay una diversidad de clases y que no todos atienden a lo que creemos”.
“Que de pronto hay mujeres muy jóvenes, buscando a sus hermanos, a sus esposos pero también hay mujeres muy grandes buscando a sus hijos. Mujeres que nunca pensaron estar involucradas en este tipo de situaciones. En Aroma mi idea es hablar sobre la desaparición, también es hablar sobre la maternidad”, apuntó la dramaturga e intérprete.
Remarcó que dentro del abanico de personalidades que conoció tanto en el colectivo de búsqueda ‘Rastreadoras del Fuerte’, como en ‘Sabuesos Guerreras’, desde la empatía, tejió las historias para unirlas en una sola, siempre buscando desde el respeto hablar del andar de estas mujeres y acercar a aquellos que sienten ajena la problemática.
Tercer acto: Monstruo bajo la tierra
Pie de foto: El colado de la tierra es parte del proceso de búsqueda, separa la tierra de posibles restos óseos | Foto: Scarlett Nordahl
La última pieza, explica Díaz del Guante, todavía no está ‘montada’, pero el enfoque es distinto a las otras dos, es un posicionamiento político y más personal de parte de su creadora.
Es una crítica a todo el peregrinar al que son sometidas las madres que buscan, desde , insistir a la Fiscalía General del Estado que brinde resultados, acudir a la Comisión Nacional de Búsqueda y enfrentarse a todo el engranaje gubernamental.
“Es una obra que plantea la relación que hay entre el estado y ellas. Es decir: como es el trato que el estado tiene para ellas. Todo este lado B de las circunstancias, todo lo que ellas se encuentran, ver el sistema y toda la corruptela. Pues como eso, como un monstruo que está bajo tierra y que desaparece cuerpos al ritmo que él quiere”, dijo Silvia Teresa.
En esta obra lo que llaman algunos como la segunda muerte: cuando el cuerpo es localizado y es puesto en una fosa común o está en el SEMEFO. Sin un registro de ADN o un banco de datos.
La Subsecretaría de Derechos Humanos, Población y Migración reporta que de diciembre de 2018 a junio de 2021, en todo el país han localizado mil 749 fosas clandestinas, en la que hallaron 3 mil 025 cuerpos.
Del total de personas, sólo 1 mil 153 fueron identificadas y de esos, 822 fueron entregados a sus familiares. Mientras tanto, 1 mil 050 siguen a la espera de ser identificados.
Datos de la Fiscalía General del Estado indican que de 2010 a 2021 en Sinaloa se localizaron 433 fosas, pero no precisa la cantidad de cuerpos encontrados en ellas.
Siendo Ahome con 63 y Mazatlán con 48 los municipios donde más fosas clandestinas han sido localizadas. Ambos se posicionan en el sexto y séptimo lugar de una lista de diez municipios donde mayor número de fosas son encontradas a nivel nacional.
Díaz del Guante expresa bien esta situación: “Tu mamá te puede estar buscando allá en tierra y resulta que tú estás en el SEMEFO”.
Último acto: El sentir de la artista
Pie de foto: Silvia Teresa Díaz del Guante, afuera del teatro Antonio Hass en Mazatlán, tras estrenar ‘Aroma’ | Foto: Scarlett Nordahl
-¿Por qué decidiste llamarlo Aroma? ¿Qué fue lo viste en tu primera búsqueda que te llevó a esto?
Cuando íbamos en búsqueda con Mirna Medina, en un punto la señora frenó, entonces su justificación fue: me dio Aroma. A mí me llamó mucho la atención, por qué ¿Qué es Aroma? Pregunté y pues ya cuando un cuerpo se entierra cambia el olor, porque el cuerpo se pudre y afecta la tierra, incluso la vegetación. La grasa sube, el olor de un cuerpo humano, se dice, que es muy particular y no lo puedes confundir con otra cosa.
Siempre he creído que desde la maternidad el no decir huele feo, huele a podrido, huele a perdido, o apesta y que prefieran decir ‘aroma’ también es una forma de cuidado que tienen las mamás para no evidenciar pues lo que es. Les dan un poco de dignidad a ellos, siento yo que es muy de las mamás.
-¿Qué fue lo más difícil de llevar está problemática al teatro?
Es difícil crear una pieza sobre algo que nos atañe a todos, que nos duele a todos, que nos atraviesa a todos, que nos amenaza porque eso le puede pasar a cualquiera, y tener el cuidado de no lastimar desde la creación.
Creo que esto es algo que noto, que a todas las actrices nos preocupa mucho el cómo decir, porque estás hablando de la vida de una persona y más en la vida de una persona que está pero no está y que obviamente lastima a sus mamás, sus hermanos, hermanas.
Entonces esa podría ser la dificultad y a su vez no, porque es parte de hacer teatro desde el compromiso, tener el cuidado de saber cómo tocar esas historias, hacerlo con respeto, hacerlo con empatía es el deber de todo creador escénico.
Pie de foto: Díaz del Guante interpreta a ‘Olga’ una mujer que busca su hijo ‘Daniel’, el personaje trae consigo una imagen religiosa como amuleto | Foto: Scarlett Nordahl
-¿Es necesario llevarlo al teatro?
Mira claramente se que así yo escriba 50 obras sobre la desaparición, lo cierto es que yo no voy a hacer que Yosimar regrese a su casa ¿Me explicó? Lo tengo claro, jamás me voy a postrar en ese lugar. Pero no lo digo desde mis palabras, si no desde donde he tenido ejercicios de función tras función.
Ellas necesitan ser enunciadas, es decir, necesitan tener plataforma para que sus historias sean contadas y es un terreno peligroso porque en realidad creativamente uno podría caer ahí en una soberbia. Se aborda desde otro lugar al exponer este asunto, la vida, desmenuzar, contar y demás creo que ha habido en una medida muy corta quizás una manera de hacer conciencia e idealizar el tema.
Es que considero que si el teatro no sirve para eso, entonces no sirve para nada. Para mí las cosas tienen que hablarse de un lugar donde sea necesario hablarlo, habrá quienes quieran un teatro pues más lírico, más divertido y demás, pero de momento a mí me interesa hablar de estas cosas porque creo que es necesario porque se tiene que hacer, porque no se puede ser indiferente porque además creo que todas las personas desde su lugar, de lo que saben hacer deben de buscar el bien común y hablar.
Creo que en sí el trabajo del artista siempre es el de hablar de lo que nos afecta, no solamente como individuos, sino también como sociedad. Yo tengo muy claro que esto no va a regresar a nadie a casa, pero si una persona regresa a casa con un poco de empatía o con la frase ‘’no pensaba que fuera así’’, creo que para mí es suficiente y es bastante también.
Yo siempre lo dire: Mi madre me dio la vida, pero ellas, las rastreadoras, vinieron a sacudirla.
Pie de foto: Las compañeras le enseña a ‘Gris’, la nueva miembro, a oler la tierra y sentirla, para que sepa identificar el ‘Aroma’ que da con uno de los suyos | Foto: Scarlett Nordahl
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*Scarlett Nordahl es feminista y periodista sinaloense. Investigadora para el proyecto #HastaEncontrarles, corresponsal en Mazatlán para Los Noticieristas y colaboradora de Revista ESPEJO.
Este trabajo fue realizado para Global Organized Crime Index (https://ocindex.net/) y Global Initiative Against Transnational Organized Crime (GITOC)